La industria musical lleva al menos siete años en declive. Los discos compactos no se venden igual que antes, lo que preocupa tanto a la industria como a las tiendas que los venden.
La revolución digital tomó a las disqueras por sorpresa y desde entonces han estado intentando hacer algo al respecto.
"Creo que la industria musical tiene que aceptar parte de la culpa por no haber reaccionado rápidamente ante la música digital", dijo a la BBC Adam Benzine de la revista Music Week.
"Desde 1998, cuando apareció Napster, ha existido en la industria una sensación de asombro y confusión. ¿Qué es esto? ¿qué hacemos? y lo más importante ¿cómo lo frenamos? Todas estas preguntas se han planteado", asegura Benzine.
Potencial celular
Las compañías de discos finalmente parecen reaccionar y la ofensiva parece estar centrada en los teléfonos celulares. Las ventas de CD pueden estar cayendo, pero las ventas de música digital están aumentando.
Desafortunadamente las transacciones digitales sólo equivalen al 10% de las ventas totales de música, por lo que aún no compensan las pérdidas provocadas por las bajas ventas de discos compactos.
Pero hay un territorio que podría revertir esta tendencia. Las ventas de música digital en Japón, por ejemplo, son lo suficientemente grandes como para contrarrestar las pérdidas por la venta de los CD. De hecho, en Japón aumentó 1% la compra de música el año pasado.
Y los expertos lo atribuyen a las descargas de música en teléfonos celulares.
Música a través del aire
"Cuando uno ve mercados avanzados como Japón, la mayoría de la música digital se consume a través de los teléfonos celulares", asegura Rob Wells, vice presidente de música digital de la empresa Universal.
"Los servicios fijos no son tan exitosos como los servicios a través del aire que transmiten música a los teléfonos celulares", afirma Wells.
Las descargas a teléfonos celulares ofrecen al usuario la posibilidad de revisar el catálogo de una tienda, comprar y descargar música, todo esto mientras están en movimiento sin tener que utilizar una computadora.
Adam Benzine también asevera que "a pesar de que no todo mundo tiene un dispositivo musical, la mayoría tiene un teléfono celular, lo que los convierte en una audiencia cautiva".
Tiendas móviles, pero con restricciones
A nivel global se han lanzado muchas tiendas de música para teléfonos celulares. En la mayoría de ellas se descarga una canción que se convierte en propiedad del usuario.
Cada canción cuesta entre 40 y 50 centavos de dólar, aunque en muchos casos la tienda está ligada a la empresa que la establece por lo que las canciones sólo pueden escucharse en un teléfono celular de la compañía que las vende.
Robe Lewis, dueño de la empresa Omnifone, afirma que "claramente en este momento hay muchos negocios que están tratando de amarrar su posición en el mercado".
Pero además de estar limitados a usar las canciones en una marca específica de teléfono, los usuarios también tienen que lidiar con un software anti piratería que limita lo que se puede hacer con una canción después de comprarla, impidiendo o complicando que sea movida a otro aparato.
"Hasta el momento el obstáculo más grande es que comprar música en el teléfono celular no es lo suficientemente fácil", comparte Benzine.
El potencial para que las tiendas de música para celulares generen grandes ganancias existe, pero a menos que se simplifique el modelo del mercado, pasará todavía algún tiempo antes de que este sistema se apropie de las listas de popularidad.
Marc Cieslak,
BBC
miércoles, 17 de septiembre de 2008
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